Huelva en el diccionario de Madoz

09.09.2013 21:05

Entre 1845 y 1850 fue editado en los Talleres de la imprenta de Pascual Madoz el Diccionario Geográfico-Histórico-Estadístico de España y sus posiciones de Ultramar. La Diputación de Huelva realizó una Reimpresión del Diccionario con los términos relacionados con la provincia onubense en 1985 y otra en 1999.

Me parece muy interesante como en el Diccionario de Madoz se define la villa de Huelva. Dice así:

"Huelva: partido judicial de término en la provincia de su nombre, correspondiente a la audiencia territorial, capitanía general y diócesis de Sevilla; se compone de 8 pueblos los cuales forman otros tantos ayuntamientos, cuyas distancias entre sí, la que media a la capital e provincia, audiencia territorial, capitanía general y diócesis y la corte, se manifiestan en la siguiente escala:

(…)

Situada  en la vertiente meridional de las sierras de Andévalo con libre ventilación especialmente de los vientos O. y NE. El invierno y primavera, y N. SO. En verano; el E. o solano suele reinar en esta estación y es incómodo; el CLIMA es templado, poco cargada de atmósfera y por lo tanto muy despejado su horizonte.

Confina al N. con el partido de Valverde del camino; E. con el de Moguer; S. el Océano, y O. con el de Ayamonte; su extensión tanto de N. a S. como de E. a O. es de 6 leguas.   

El terreno es todo de aluvión, arenisco y pedregoso, y no se conoce sierra ni montes notables, siendo su declive natural, hacia el mar; hay sin embargo buenas llanuras de tierra vegetal muy apropósito para pan llevar y sobre todo para el arbolado de encina y olivos.

RÍOS Y ARROYOS. Atraviesan este partido el Odiel y el Tinto, los cuales confluyen en el Océano una legua al S. de Huelva; vienen ambos de la sierra de Andévalo y corren en dirección el primero de NE. a SO. Y el segundo de NO. a SO.; sus aguas no se aprovechan para el riego. No se encuentran en todo el partido manantiales notables que merezcan reseñarse; mas por esto no se escasea para las necesidades de la vida de aquel precioso líquido, cuya calidad es sana y ferruginosa.  

CAMINOS. Actualmente se trabaja en la carretera que ha de poner en comunicación a Sevilla con Huelva y está proyectado otro desde esta capital a Extremadura; los demás son sendas y carriles de comunicación entre los pueblos y puntos determinados cuyo estado no es el más ventajoso.

INDUSTRIA Y COMERCIO. La que generalmente se ejerce en este territorio es la agrícola y la pecuaria, excepto algunas fábricas de grosera alfarería que hay en Trigueros 3 de sombreros bastos y algunos lagares para blanquear la cera en Valverde, y de espartería y cordelería en la capital del partido: el comercio se halla circunscrito a la venta y exportación de ganado de todas clases, especialmente el de cerda ya cebado, e importación de algunos artículos de ropas de seda, hilo y lana y otros de manutención.

FERIAS. Se celebra en el mes de octubre una en Gibraleón, otra en Huelva y otra en Trigueros, y en julio una en Valverde del Camino; las más notables son las de Gibraleón y Trigueros: el principal artículo de tráfico en ellas es el ganado de cerda; también se vende mucho vacuno y caballar para la labranza, útiles para la misma y objetos de uso doméstico.

PRODUCCIONES. La cría de ovejas, vacas, cabras y cerdos, es la principal en todo el partido a pesar de que no se descuida la siembra de trigo, cebada, avena y varias legumbres, para lo cual se aprovechan los sitios de buenas capas de tierra; el cultivo del olivo es también atendido por los moradores, así como la conservación del arbolado de encina con cuyo fruto se ceban piaras muy considerables de cerdos.

(…)

INTERIOR DE LA POBLACIÓN Y SUS AFUERAS. No es en verdad esta villa uno de aquellos pueblos que merecen, bien por su importancia o por los monumentos que encierra, una descripción tan extensa y minuciosa cual la hecha en otros de su categoría, considerada hasta la nueva división territorial como una villa subalterna de la provincia de Sevilla; hoy que ya ha pasado a otro rango, no por eso han variado las condiciones de su localidad, si bien van mejorando gradualmente para constituirla en la esfera de una capital de provincia. La entrada es por una garganta o dos callejones que van a terminar en la ermita de San Sebastián. De aquí se dividen dos elevados montes, que redoblándose el de la derecha por el N. y el de la izquierda sobre el S. van abriendo un espacio capaz para la situación de la villa.

Las calles y plazas antes sucias y descuidadas, de mal piso y sin aceras, lóbregas por la falta de alumbrado, ofrecen en el día muy distinto aspecto; pues iluminadas con faroles, empedrado e igualado el piso, y puestas baldosas de una vara de anchas en casi todas ellas, permiten mayor comodidad para el público, a la vez que dan otro valor a la población; las mas notables de estas calles son las llamadas de la Vega, Puerto Ariza, Concepción, Placeta y Calzada, Monasterio, Fuentes y San Sebastián, en las cuales se ven casas de sencilla pero graciosa arquitectura, entre ellas la del ayuntamiento construida en 1840 y la conocida por el palacio del Duque, edificio de lo más notable de esta capital, en cuyas dependencias de encuentran instaladas las oficinas de rentas. En la calle del Puerto conservase aún un aljimez o ventana de arquitectura árabe, y una reja especie de balcón e la del Hospital, de la misma época que la anterior, cuyos objetos traen a la memoria la importancia de este punto en tiempos de los árabes. Sólo tiene dos plazas principales, la de la Constitución o de las Monjas, grande y cuadrada, y la de San Pedro; en aquella hay un paseo con árboles al que concurre cotidianamente lo más elegante y escogido de la villa; en la otra nada se ve que merezca reseñarse, pues las casas consistoriales y algunos otros edificios notables que había en ella, habiéndose arruinado, han sido construidos en otros puntos más céntricos y no tan retirado de dicha plaza de San Pedro.

La INSTRUCCIÓN PÚBLICA en esta villa se encuentra regularmente atendida si se tienen en cuenta sus circunstancias anteriores a la declaración de capital de provincia; hoy un ramo tan importante se halla bajo la inmediata inspección de una comisión especial, cuyo secretario, que es de nombramiento real, goza de 6.000 rs. de sueldo. El ayuntamiento con los fondos municipales sostiene una escuela pública elemental a la que concurren varios niños pobres que reciben una instrucción metódica y ordenada de su director, quien disfruta de la asignación de 2.200 rs., casa y las retribuciones de los 150 alumnos no pobres que a ella concurren: hay otra también elemental dotada por los gremios de mercantes y pescadores con 100 niños asistentes; otra particular con 35 discípulos que estudian caligrafía, gramática castellana, aritmética y trigonometría plana y esférica, y por último una clase de latinidad, obra pía fundada hace 160 años por D. Diego Guzmán de Quesada con ciertos censos, trozos de tierra y olivar que producen lo necesario para tener dotada con 3.000 rs. anuales esta cátedra, en donde se da la instrucción adecuada a los pocos jóvenes que la frecuentan.

Continuemos con la definición de Huelva en el Diccionario de Madoz:

La BENEFICENCIA PÚBLICA, si bien es cierto que no puede decirse se halla en un estado floreciente, también lo es que con las escasas rentas que por una parte cuenta el hospital de la Concepción o Caridad, y por otra parte el celo que muestra la junta encargada de su cuidado para procurarse recursos excitando la caridad y filantropía de los vecinos de esta villa, se consigue al menos que los pocos enfermos pobres a quienes se admite he dicho establecimiento, sean asistidos con esmero e interés hasta extirpar sus dolencias. Conocida la necesidad de crear un refugio contra la orfandad triste y dolorosamente abandonada al acaso, se pensó en instalar una casa de niños expósitos, habiendo tenido efecto recientemente tan humanitario pensamiento, estableciéndose en el convento de San Francisco en cuyo local se encuentra también la cárcel pública. 

Dos son las parroquias que hay en esta capital, y ambas de la categoría de segundo ascenso. La de San Pedro en la plaza de su nombre es la más antigua, sirvió de mezquita a los árabes, de cuya arquitectura conserva restos y especialmente el Minaret; el templo contiene varios altares de poquísimo gusto y el único notable es el mayor, su fábrica es tan firme que ha resistido los más fuertes huracanes, principalmente el del año 1722, que derribando el campanario de la iglesia cayó de golpe una de las campanas sobre la bóveda de la capilla mayor, sin que experimentara el más pequeño quebranto ni se advirtiera ningún deterioro. La otra es la llamada de la Concepción situada en la parte más baja de la villa y en el vértice del ángulo que esta forma; es del orden romano, construida en el siglo XVI; el mérito artístico de esta iglesia es mucho mejor que el de la anterior y el de las pinturas y esculturas de sus altares se aventaja al de aquellos; descuella sobre un pórtico de gradas que iguala al territorio de los pies con el de la capilla mayor; este templo padeció gran ruina con el terremoto del año 1755, pero en día se halla reparado y aun mejorado de como antes estaba.

 

CONVENTOS. El de la Merced destinado en la actualidad para cuartel, data desde fines del siglo anterior; se encuentra a la entrada de la población y su iglesia está habilitada. El de la Victoria casi todo yace derruido, y en el área que ocupaba se han construido recientemente varias casas de particulares. El de San Francisco, situado al final de la villa sirve, como hemos manifestado anteriormente, de cárcel y establecimiento de niños expósitos: su iglesia es auxiliar de una de las parroquias. El de Agustinas está ocupad por un número reducido de monjas. Existen además, un oratorio público titulado de Saltes, propio del gremio de pescadores y varios ermitas bajo la advocación de Nuestra Señora de la Cinta, del mismo gremio, Nuestra Señora de la Caridad del hospital de este mismo nombre, la de Nuestra Señora de la Estrella en la orilla del río, en la que se celebra el sacrificio de misa que oyen la gente de mar, las de San Sebastián y de la Soledad.   

 

FUENTES PÚBLICAS. Es notable por donde se surte de agua la población. Consiste en porción de galerías subterráneas que forman entre sí un laberinto por debajo de los Cabezos, cuyas filtraciones de agua potable y de excelente calidad abastecieron cumplidamente a los moradores de este pueblo y buques que arribaban en tiempos antiguos, y aunque en el día se encuentra bastante obstruida con dos obras muy mal entendidas que se han practicado, da el agua casi suficiente para las necesidades comunes, si bien se aprovechan ahora las de pozos no tan delgadas como aquellas, ni tan sabrosas y cristalinas.

PUERTO. Conocida la situación de esta villa por lo que hemos manifestado en un principio, diremos ahora que por estar formado este puerto de un río, jamás peligran en él los buques, y su internación los pone a cubierto de toda agresión en tiempo de guerra. La barra de Huelva es muchas veces el refugio forzado de los buques que se encuentran empeñados en la costa desde el cabo de Trafalgar al de Santa María, que no permitiéndoles los temporales de Sur, del [ESE]1 o del Sudeste montar ninguno, toman por precisión este punto; a este favorece su barra marcada por el monte del Puntal, sirviéndole de señal para la más fácil enfilación. Tiene esta barra la ventaja de que por el canal de la fragata pueden salir los prácticos a toda hora y por los de la Gola y Engañabobos pueden hacerlo igualmente a un tercio de marea.

Dada una idea general de cuanto notable encierra Huelva, réstanos decir que sus alrededores son tan bonitos y pintorescos, que la imaginación más monótona y triste encuentra objetos donde deleitarse, ya considerando la halagüeña perspectiva que presentan sus famosos ríos por los que surcan diferentes barcos de bastantes toneladas que arriban con mercancías y diversos objetos de todos los puntos del Mediterráneo y del océano, ya contemplando las delicias de una vegetación robusta y animada, que hace olvidar la falta de paseos y alamedas de que carece la villa, o ya por último dirigiendo la vista sobre las márgenes de la mencionada rivera de Anicoba, matizadas de naranjos, limoneros, viñedos y otros árboles frutales.

TÉRMINO. Antiguamente era extensísimo el de esta villa pues entre ella y Niebla no había otra población, así es que ambas partían con igualdad el territorio comprendido entre una y otra, sirviéndoles de límites el profundo arroyo llamado Capdon; posteriormente con el aumento de población se edificaron otros lugares y villas quedando reducidos en el día los de Huelva a 3 leguas cuadradas continuando por el Norte con los de Gibraleón, Trigueros y San Juan del Puerto, pues por el Este, sur y Oeste están los ríos expresados y la marisma que avanza hasta la confluencia de ambos.

TERRENO, SU CALIDAD Y CIRCUNSTANCIAS. Participa todo él de monte y llano, y generalmente es de miga y muy a propósito para la siembra de cereales, hay otros sitios, especialmente aquellos en que domina la sílice, que se prestan ventajosamente al cultivo de viñedo y plantio de olivares. La misma marisma que cubre las altas mareas y que forma un triángulo al Sur de Huelva entre los ríos Odiel y Tinto, está destinado para pasto de ganado vacuno y caballar. Se compone todo él de unas 8.000 fanegas de suelo entre las que cuenta unas 1000 de tierra montuosa de muy buena calidad. Las eminencias más notables son las llamadas Cabezo de Roma y de la Horca plantados de viñedos y frutales, los cuales dominan la población. Como uno de los puntos más notables que encierra este término  es la isla de Saltes, de la cual daremos una idea aunque breve. Se halla situada al Sur de la confluencia de los precitados río Odiel y Tinto y por donde estos desaguan en el océano. Tiene de extensión ½ leguas y ½ cuarto por su mayor anchura. Su terreno es en parte ventajoso para la labranza, y el resto montuoso poblado de pinos, acebuches y algunos otros árboles bravíos. En el día sólo está destinado para la cría del ganado vacuno. En lo antiguo tuvo mucha importancia y hubo en ella una ciudad marítima de la que habla Xerif Aledris en su geografía de la España árabe y algunos creen fue la antigua ínsula tartesia. Los árabes llamaron (Gezira Saltis) en cuyo pueblo se conservan aún las ruinas al Norte de la isla, donde quedó después de la conquista un convento de frailes Franciscanos que posteriormente se trasladaron a la Rábida.        

RÍOS Y ARROYOS. Bañan parte de territorio de esta villa los ríos expresados Odiel y Tinto que propiamente por este punto son ríos navegables y de bastante fondo, puesto que las corrientes de sus aguas no se advierten sino dos leguas antes de Huelva. No es éste el lugar de hacer la descripción de ellos, que reservamos para sus artículos respectivos, anticipándonos a manifestar que el primero es el más occidental nace cerca de Cortegana, y pasando por Gibraleón se va ensanchando con las aguas que recibe de diversos puntos en términos de prestarse a la navegación: en Tinto baja de sus fuentes por cima de Zalamea la Real, baña por Este y Sur a Niebla y por el Norte a Moguer y Palos, juntándose después con un brazo del Odiel que se divide para formar la isla de Saltes. Una legua antes de llegar a Huelva y después de haber atravesado su término de Norte a Sur desagua en el Odiel la rivera de la Anicoba, cuyas pintorescas márgenes están plantadas de naranjos y otros árboles frutales.

CAMINOS. Los de comunicación de esta capital con Sevilla y con el resto de la provincia son todos de herradura y aunque transitan carros, carecen de arrecifes y lo hacen con dificultad especialmente en invierno. Recientemente se ha aprobado por el gobierno el proyecto de una carretera con dirección a Sevilla, a cuya obra parece se ha dado principio.

El CORREO se recibe tres veces en la semana de la administración principal de Sevilla y dos de la parte de la sierra y Aracena.

PRODUCCIONES. Trigo, cebada y otros granos, vino y aceite que apenas bastan para el consumo, a pesar de no ser escaso el suelo en tales productos; críanse algunas hortalizas pero es más abundancia los ácidos y otras frutas, que además de satisfacer el consumo del pueblo, sobran para extraer cotidianamente a Cádiz y otros puntos de la costa; hay algún lanar, cabrío y vacuno, montaraz y domesticado para la agricultura; y caza de liebres, conejos y perdices.     

INDUSTRIA. Se ejerce en la construcción de buques en los 4 o 5 astilleros que se encuentran por las inmediaciones de esta villa cuyos constructores saben conciliar la solidez con la ligereza de los buques que fabrican de todos portes y diferentes toneladas. Los habitantes de un barrio entero de Huelva se dedican exclusivamente a la pesca en más de 100 botes pequeños, cuyo pescado bastante sabroso se vende con preferencia en Sevilla; otras varias personas se utilizan en la busca de marisco que se encuentra en abundancia en los dilatados bajos que llaman Manto que se forman en la barra de Huelva. Hay varias fábricas de cordelería de cáñamo y porción de la de esparto, otras de redes y 4 molinos harineros.

COMERCIO. Existen en aquella matrícula más de 600 buques de 40 hasta 200 toneladas, destinados al de cabotaje, generalmente por la costa de levante; hay otros que llevan cargamento de algunos artículos del país a las de África, y algunos que hacen el comercio de América: a continuación fijamos los estados de los artículos que se han exportado por este puerto, los cuales darán un conocimiento exacto de la balanza mercantil de este punto y sus aduanas.

(…)

POBLACIÓN Y RIQUEZA. Nada conformes se encuentran los datos que posee esta redacción en punto tan esencial, con los que arroja de sí la matrícula catastral de la provincia; por los primeros tiene Huelva 1.854 vecinos con 7.416 almas2; por los segundos el número de vecinos no pasa de 1.793, y el de almas 7,173; la riqueza producto que da la matrícula asciende a 1.168.359 reales, y la que resulta de los otros datos no es más 801.199; nosotros dejando todo comentario no nos proponemos otra cosa que hacer notar esta diferencia.

El PRESUPUESTO MUNICIPAL asciende de ordinario de 55 a 60.000 anuales, los cuales se cubren con los rendimientos de las fincas de propios, con los arbitrios establecidos, y el déficit por reparto vecinal. El secretario de ayuntamiento goza del sueldo de 8000 reales anuos. 

HISTORIA. El Doctor don Antonio Jacobo del Barco y Gasca en una disertación, impresa en Sevilla, año 1755, ha impugnado la reducción de ibera a Huelva que opinó Rodrigo Caro, y dejando así mismo contradicho el juicio de este anticuario, que pretendió encontrar a la antigua Onuba en Gibraleón a cuya villa corresponde la ciudad de los antiguos Olontigos, es preciso seguir la indicación de todos los geógrafos antiguos que hablaron de Onuba, denominándola Onoba, y afirmar que este nombre y las escasas noticias que se conservan de la ciudad que distinguiera, son las antigüedades  de la actual Huelva. Estrabón, Mela, Plinio y Ptolomeo hicieron mención de ella. Con razón se la apellidó la Æstuaria, en vista de los tres esteros navegables que penetraban en su distrito. A esta ciudad llegaron los fenicios enviados por el Oráculo, en el segundo viaje que hicieron, según las tradiciones gaditanas conservadas por Estrabón, para entablar su comercio con la España. Acuñó medallas, y en la más bien conservada se ve por el anverso cabeza con morrión y la leyenda C. CÆLI. Q. Publici: y en el reverso dos espigas y el nombre de Onuba entre ellas. Los árabes la llamaron Welba. Ayub-ben-Ahmer-ben-Jahyah el Josebi, que ocupaba la tenencia de Huelva cuando la guerra del emir de Sevilla contra el Saheb de Carmona, agitaba el país, ayudó a aquel y por ello se creyó acreedor a la posesión inalterable de Huelva, la que obtuvo y desempeñó soberanamente al volver a sus hogares (año 1036). Don Juan augstín de Mora, en su historia de Huelva, sostiene haber sido ganada a los moros por el rey don Alonso el Sabio, año 1257, y que desde aquella época no volvió ya a poder de musulmanes; no obstante presentar a algunos historiadores como musulmana, sitiada por el obispo de Gijón, año 1431: y Pellicer y Covarrubias dicen haber sido conquistada por don Íñigo López de Mendoza, año 1438, pero todo esto se refiere a Huelma, habiéndose confundido los sucesos de estas dos poblaciones por la semejanza de sus nombres. Afirmase que don Alonso el Sabio, en lo último de su vida, hizo merced de la villa de Huelva a doña Beatriz su hija, reina de Portugal; pero que don Sancho el Bravo la volvió a la corona para dar su señorío vitalicio en 1293 a su camarero myor don Juan Mathe de Luna, y el 19 de marzo de 1293 concedió al mismo 3000 maravedíes por una vez en el almojarifazgo de esta villa, de la que disfrutó el señor hasta 9 de agosto de 1299 en que murió. El 25 de agosto del mismo año hizo merced de ella don Fernando IV a Diego López de Haro, señor de Vizcaya. De los testamentos de este señor la compró en el año 1300 doña Betanza, señora portuguesa, aya de la reina doña Constanza. El infante don Pedro, tío del rey don Alonso, tomó en su amparo a Huelva en 4 de enero de 1317, habiéndose retirado doña Betanza de Portugal; y faltando al seguro obligó al alcalde a que se la entregase. No se sabe cómo entró después en poder de la ciudad de Sevilla; lo más cierto es que vendida por poderes de doña Betanza la compraría esta ciudad. En 1338, el rey don Alonso la dio al maestre de Santiago don Alonso Mendez de Guzmán, retribuyendo a la ciudad de Sevilla con la donación de Arcos de la Frontera. A este señor la confiscó el rey don Pedro, e hizo merced de ella a su favorecida  doña María Padilla, 1352. Se ignora cómo pasó el señorío de Huelva a la casa de los Cerdas, más se sabe  que en el año 1371 se dio provisión a don Bernardo de Bearne y doña Isabel de la Cerda para que les fuesen restituidos con otros señoríos Gibraleón y Huelva. No obstante este derecho, don Alonso Pérez de Guzmán y don Alvar Pérez poseían a Huelva en el año 1435. Después de algunos años hubo diferencias sobre el derecho de Huelva y se terminaron por compromiso, en el que se declaró pertenecer este derecho y señorío de Huelva a los Cerdas. Más tarde fue traída en dote a la casa de Medina-Sidonia, casando doña María de la Cerda, hija de don Luis, tercer conde de Medina Coeli, con don Juan de Guzmán, primer duque de Medina-Sidonia y tercer conde de Niebla. En 1468 fue puesta en posesión de Huelva esta ilustre casa. Desde el conquistador don Alonso el Sabio ha merecido Huelva gran protección de todos los reyes, como lo demuestran sus numerosos privilegios. Aún después de estar su señorío en la Excelentísima casa de Medina-Sidonia los obtuvo muy apreciables. De sus señores los excelentísimos duques los ha obtenido también, y el enumerarlos, así como el hacer mención de los litigios que ha seguido Huelva sobre estos privilegios y sobre sus términos, sería prolongar demasiado este artículo, pudiendo verse en la citada historia del licenciado  Mora, con otra gran copia de noticias relativas a esta población para quien pretenda enterarse de más pormenores. Allí mismo se hace mención de muchos varones ilustres que cuenta Huelva entre sus hijos; haremos no obstante mención aquí de don José Isidro Morales, canónigo de Sevilla y editor de las Tablas astronómicas; del marino don José Mendoza Ríos; de Alonso Sánchez de Huelva que navegando hacia las Canarias fue llevado por una tempestad al descubrimiento de la Isla Española; y de los capitanes Andrés y don José de Vega Garrocho que tanto se hicieron conocer sobre los mares.

 

 

 

 

El escudo de armas de Huelva ostenta un árbol con la inscripción: Portus maris et terrae custodia y debajo un áncora y un castillo."   

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

1- Abreviatura ESE. Al comienzo del Diccionario encontramos un índice con todas las abreviaturas escritas en la obra, sin embargo ésta no viene. Suponemos que quiere decir Este-Sudeste.

2- El término "vecino" hace referencia a una unidad familiar, el término "alma" es una persona individual.

Para mayor comodidad del lector hemos adaptado la ortografía antigua.  

IMÁGENES. En la primera vemos la Parroquia de San Pedro en la actualidad, en la segunda, el escudo de Huelva. 

 

  

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