50 sombras de Grey

15.02.2015 00:16

Parece que fue ayer cuando una escritora de Fanfiction pasó del anonimato a ser la autora más vendida del mundo durante meses y meses. Ay, aquellos tiempos en los que escribías Grey en el buscador de Google y te salía lo que estabas buscando y no un tío trajeado con unas esposas en la mano. ¿Recuerdas cuando al escribir 50 no te salía la palabra sombras automáticamente al lado? Pues sí, han pasado ya más de dos años y ayer se estrenó a nivel mundial 50 sombras de Grey, esa historia que hayas leído o no, sabes de sobra de que va. Y yo, aprovecho que una de mis mejores amigas ha dejado su opinión en las redes sociales sobre lo que opina de la trilogía para dejar la mía (y de paso quitarme una de las reseñas pendientes que tengo de la encuesta. Para hacer el resto tengo que volver a leer algunos libros). Esta reseña es sobre los libros, no sobre la película, que para criticar tengo que ver. Vamos por partes, porque para ser un bodrio tiene mucha tela que cortar.

Ficha técnica

Autora: E.L. James

Libros que componen la trilogía: 50 sombras de Grey, 50 sombras más oscuras; 50 sombras liberadas

Género: erótico o porno, depende del gusto del lector

Editorial: Grijalbo

Año de publicación: 2012

 

Nació en Fanfiction

El siglo XXI es protagonista de un fenómeno que ha invadido internet, se lo conoce como Fanfiction y consiste, básicamente, en coger personajes de series de TV, películas, libros, etc., que te encanten y escribir historias con ellos. Es tu historia, pero no son tus personajes (por mucho que los cambies). Sé de lo que hablo, yo misma escribo fic (tenéis el link en la página principal del blog. Sí, aprovecho para darme publicidad, desde que mi padre me sigue en Twitter no puedo hacerlo). Durante años los seguidores/escritores de FanFiction han estado a la sombra, no es que fuéramos una secta, es que muy pocos sabían que existíamos. Pero estábamos ahí. Y ahí estaban también los 235362349 mil fics M (para adultos) ambientados en la saga Crepúsculo. 50 sombras de Grey, Amo del universo en otra época, es sólo uno más. (Si os interesa este paso de Fic a best seller o no os lo creéis, podéis echar un vistazo en la Wikipedia. También en los propios libros la autora informa de que escribió la historia con otros nombres y que reproducirla sería considerado plagio y bla bla bla).

Afortunadamente para cientos de escritores de FanFiction (no os hacéis una idea de cuantos fic de Crepúsculo han dado lugar a novelas eróticas) cambiar los nombres a los personajes y venderlos como libros no es ilegal ni se considera plagio, al fin y al cabo, siempre puedes decir que la historia es completamente tuya y que la historia original sólo te ha servido de inspiración. En mi opinión, no creo que un fic sea un libro ni que un escritor de fic pueda considerarse escritor con mayúsculas. Por mucho que nos guste, aunque nos sintamos Cervantes cada vez que recibamos una review, en el fondo sabemos que no hemos creado desde el principio los personajes y que por lo tanto no son nuestros. Y, y esto es también una opinión personal, creo que cuando escribes un libro, ya que alguien va a gastar su dinero y su tiempo en lo que tú le das, lo mínimo que puedes hacer es darle algo tuyo, algo que haya nacido en tu mente; una historia y unos personajes que puedas decir con orgullo que son tuyos y no tu versión de los personajes de otro autor.

A todo esto, aunque la historia me parezca aburridísima, creo que Amo del Universo fue un gran fic, que mantuvo la esencia de los personajes pero hizo de Edward Cullen alguien mucho más interesante y atractivo que el vampiro reprimido. Si ya le hubiera quitado lo del piano sería genial. En serio, si veis una novela erótica con un protagonista pianista, rico y guapo, no lo dudéis, el tío antes se llamaba Edward Cullen. Y estoy ya de pianistas hasta el…

Otro motivo por el que me explayo en esto está relacionado con el éxito de esta trilogía. Es sencillo: los fic con pornografía –llamemos a las cosas por su nombre- son los más aclamados, sobre todo si no sabes escribir. Los capítulos que ponen cachondo al personal son los preferidos por el público. ¿Qué tienes que publicar un capítulo pero no se te ocurre nada y la gente se está empezando a impacientar? Escribe uno de relleno con un par de orgasmos, éxito asegurado. Y, si funcionaba en internet, ¿cómo no va a hacerlo en el mercado literario? Si a ello le sumamos que hasta el fenómeno Grey las mujeres teníamos que negar que nos gusta el porno… (Tampoco es que se haya avanzado mucho en este tema; ahora las mujeres podemos leer porno pero todavía no podemos verlo –o más bien, reconocerlo-  la prueba está en que la película va a sugerir más que enseñar. ¿Sexo explícito en una película para mujeres? No por favor, una dama no quiere eso. El porno es cosa de hombres o como mucho de alguna que otra enferma -.-). En fin, que cada uno saque sus propias conclusiones.

La calidad literaria

Brilla por su ausencia. Expresiones repetidas hasta la saciedad, infantilismo, apariciones de la Diosa interior (la libido de Ana) y del subconsciente (que por cierto en la traducción española han traducido como femenino. No sé si en la original también es así) cada cinco o seis páginas, labios mordidos cada diez, ceños fruncidos y ojos en blanco y escenas pornográficas que empiezan resultando muy excitantes y que de tanto repetir el patrón acaban aburriendo. Hasta la mayor fan de E.L. James admitirá que esto no es literatura. Y quizás lo que más me cabree es que usemos como excusa el “es que todos los best seller son así”. Me pongo en plan madre: ¿si tú amigo se tira a un pozo, tú también? ¿Por qué hay que conformarse con algo malo? Si no sabes escribir, admítelo. No pasa nada. El primer paso es reconocerlo. Con el tiempo aprenderás. Pero negarlo no es la solución. Y decir que “el resto son así”, tampoco. La literatura sólo la pueden salvar los escritores que quieren realmente aprender a escribir. Nadie nace sabiendo. 

Los personajes

Christian y Anastasia son la versión actual de la Bella y la Bestia. Ella: dulce, ingenua, amante de los libros, sosa, insufrible, cansina, aburrida, exasperante, torpe y la encargada de cambiar al atormentado hombre al que quiere. Él, un hombre aparentemente frío, que en realidad es más cursi que el cortador de cocina con forma de corazón que te venden en San Valentín, poderoso, serio, inteligente, con buen ojo para los negocios, atento y así me podría llevar hasta el año que viene. Ojo, que además, es el hombre más guapo del mundo, tiene veintisiete años y una empresa que le deja de beneficios 100.000 dólares al día (creo recordar). Y encima tiene imaginación en la cama. ¡Chicas, que me lo quitan de las manos! Pero no todo es blanco o negro, ¡es gris! (Sí, había que hacer el chiste). Nuestro soltero de Oro tuvo una infancia terrible y por si fuera poco siendo un adolescente lo metieron de lleno en el mundo del BDSM. Y así se ha quedado. A lo anteriormente mencionado, hay que añadirle que es controlador y dominante. Y aquí cada una hace de la historia la lectura que mejor le parece.

La mía: en la cama deja que te hagan lo que quieras: atarte, azotarte, controlarte, etc. Si es lo que te gusta, perfecto. Es tu vida, tu cuerpo y tu placer. Pero, ¿qué pasa cuando salgas de ella? Qué el dominante no se queda ahí, va contigo. Y este en cuestión no se conforma con darte un contrato que lo deja todo claro y que tú, libremente puedes firmar o no. No, Christian Grey se meterá en tu vida laboral, porque pobrecita de ti, no eres capaz de valerte por ti misma y mejor que te cuide, no vaya a ser que te tropieces. Te dirá que tu coche no es bueno para ti, que su niña tiene que tener lo mejor y que si quiere comprarte un puto coche te comprará un puto coche (literal del libro). Te elegirá al ginecólogo, porque tú, con tus 22 añitos, no eres capaz de hacerlo sola y además, seguro que su médico es mejor que el tuyo. (Aquí podría escribir unas líneas sobre que una mujer de 22 años no es una niña por ser virgen y que a esa edad ya tomas tus propias decisiones y no necesitas que te lleven de la manita al médico, pero seguro que os estoy empezando aburrir, así que me lo salto). Y por supuesto, aprovechará ese deseo sexual que sientes por él y lo usará, vaya si lo usará. A veces a tu favor, a veces para castigarte, aunque ya hayáis decidido que no eres su sumisa y que no tiene derecho a hacerlo porque le has dejado bien claro que no es eso lo que quieres y él, está de acuerdo (tercer libro). Ese es Christian Grey, el que te follará y te hará conocer el placer más exquisito y también el que tendrá el poder de vuestra vida en común, aunque para que tu orgullo feminista no salga herido, te recordará alguna que otra vez que tú tienes el poder. (Lo triste es que realmente te lo creerás).

A lo que comentamos antes sobre el porqué del éxito hay que añadirle que a todas nos gustaba de pequeñas La Bella y la Bestia. Pero hemos crecido y ahora queremos una versión más caliente del cuento. 50 sombras de Grey no es más que una fantasía. No habría que darle más importancia de la que realmente tiene. Cada una conoce sus fantasías y si coinciden con esta historia por supuesto que le encantará. Y además, las mujeres adultas que disfrutamos con la literatura erótica/ pornografía escrita sabemos que en el fondo no dejan de ser eso, una fantasía (creo que estoy repitiendo demasiado esta palabra). El problema está en que esto no lo leen sólo mujeres que tienen la cabeza en su sitio. También lo leen niñas de doce y trece años que ahora sueñan con un Grey en sus vidas, con el lote completo, control incluido. Y eso sí es dañino. No el que nos presenten a un tío que te controla en la cama, porque si tus gustos sexuales no coinciden con el BDSM –práctica sexual más que aceptable y respetable y el que diga lo contrario que se vuelva a su monasterio- simplemente dirás no y pasarás del tema. Pero es mucho más difícil decir no a que controlen tu vida y más cuando en la vida real a estos Greys dañinos no se les ve desde lejos como al Grey de traje y corbata.

Así que, antes de que alguien me diga “es un estilo de vida que no entiendes” aclaro que no me molesta el Grey amo, de hecho en mi opinión el único Grey que realmente respeta a Ana es el del primer libro. El de los otros dos no es más que un lobo disfrazado de cordero. ¿Qué en que me baso para decir eso? ¿Qué él cambia y se vuelve más humano? Léete de nuevo la escena en la que ella le cuenta que está embarazada y luego repíteme eso de que Christian Grey avanza.

Antes de pasar a la historia me gustaría hablar de dos personajes que en mi opinión le dan mil vueltas a Anestesia Anastasia: Kate y Elena.

La primera es la mejor amiga de la protagonista y en el primer libro la única que tiene ovarios para plantarle cara al otro. Me encanta esa chica. Gracias a todas las Kate del mundo por existir y recordarnos que por muy mal gusto que tengas para elegir a los hombres siempre habrá una amiga ahí para ti.

Elena es la tutora sexual de Christian. Primero fue su ama y después su sumisa. Y en el libro es la bruja malvada porque se aprovecha de un quinceañero hecho un lío. Sed sinceras (hablo a mujeres porque esto pocos hombres lo van a leer) ¿Cuántas de vosotras creéis que Lucas se aprovechó de Sarita en Los hombres de Paco? Entonces, ¿por qué veis a esta mujer como la mala de la película? Otro aspecto de la historia que me cabrea: que pongan a la mujer que lo mete en el BDSM como la responsable de su comportamiento y a Anita como la salvadora. Otra sutil manera de asociar el BDSM como algo malo, cuando no lo es. Ana, cielo, cada vez que vayas a llamar pederasta a la señora Robinson recuerda que si no fuera por ella Christian habría caído en las drogas o algo peor. Y tú cariño no disfrutarías de tus orgasmos “uau”.  

La historia

¿Te has leído Crepúsculo? ¿Sí? Tranquila, todas tenemos un pasado oscuro literario; el mío empieza con los sexistas y racistas Los Cinco en mi más tierna infancia y sí, también pasó por el vampiro brillante y su novia sin expresión. Bueno, si te has leído la saga vampírica protagonizada por Bella y Edward, quítale los colmillos y la inmortalidad; cambia vampiro reprimido por un pasado oscuro por empresario controlador por un pasado oscuro y añádele una tutora sexual al protagonista y porno cada X páginas. Y listo. Ahí tienes la historia de Ana y Grey. Empieza igual que Crepúsculo y acaba igual. Que sí. Igual. Que al principio él le dice que se aparte por su bien. Que se acaban enamorando. Que ella al final lo convence de que no es un ser sin corazón como creía. Que hay boda y bebé. Y para de contar. Esto es 50 sombras de Grey. A mí no me gusta. Me aburre. Me parece tan repetitiva y tan poco creíble que saltando las escasas escenas porno que merecen la pena –básicamente las del primero libro y no todas- no recomendaría esta lectura ni a mi peor enemigo. Pero oye, sobre gustos, no hay nada escrito. Como opinión personal, si la autora de Crepúsculo no hubiera resumido la primera vez de esos dos en “…”, 50 sombras seguramente no habría nacido. Ay, cuánto daño han hecho a la literatura esos tres puntitos.

Y hasta aquí mi reseña de 50 polvos sombras de Grey. Sólo me quedan dos cosas que añadir: la primera: las mujeres que disfrutan con esta historia o con cualquier otra porno y/o erótica no son unas guarras. Y que en plenos siglo XXI sigamos pensando así me preocupa. La segunda, sí, veré la película por tres motivos: primero porque quiero hacer una crítica comparándola con el libro y si no la veo, va a ser complicado; segundo porque como el 95% de las mujeres de este planeta, tengo curiosidad por ver como de explícita va a ser y tercero porque Jamie Dornan me encanta como actor. OJO: digo que la voy a ver, no que piense pagar por verla. Ni harta vino me gasto dinero en un fic, ya sea en un tocho de 500 páginas o en la versión cinematográfica. Además, en el cine no podría darle “palante” cuando me empezara a dormir.

Y recuerda, tú opinión es igual de válida que la mía y para muchos, seguro que más. Así que no te olvides de dejarla ahí abajo. ¡Un beso!

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